Marcos 9:22 Y muchas veces le echa en el fuego y en aguas, para matarle; mas, si puedes algo, ayúdanos, teniendo misericordia de nosotros.

En los tiempos de Jesús había varias manifestaciones de espíritus demoníacos en las personas, las cuales sufrían grandes tormentos.

En un caso
un desesperado padre trae a Jesús, su hijo que tenía un espíritu que lo inducía al suicidio, ya que algunas veces trataba de ahogarlo tirándolo al agua; y otras veces tirándolo en algún fuego que ardiera, para quemarlo.

Nada mejor que este suceso para ilustrar cual es la intención del diablo con esta humanidad: Destruirla.

La Biblia nos dice que Satanás desde el principio ha sido y es un homicida de la humanidad. (Juan 8:44)

Este homicida de las almas se vale de mil engaños para llevar a las personas a su destrucción.

Si bien muchas veces puede poseer el espíritu directamente (como en el caso de esta historia Bíblica.) la mayoría de las veces en que no puede, influye en las mentes humanas con pensamientos de autodestrucción.

El ser humano en su estado de pecado ya tiene una influencia al mal que le es propia, y como si esto fuera poco, muchas veces (no en todas) el Diablo también influye con sus designios malignos.

Tiene miles de demonios a su disposición los cuales viajan a la velocidad de la luz llevando pensamientos destructivos de una mente a otra.

Como “un cartero” del mundo de las tinieblas, visitan los domicilios mentales dejando sus cartas de muerte.

Alguna de ellas dicen: Córtate las venas, dispárate una bala en la cabeza o tírate de un décimo piso.

Otras “cartas mentales” más sutiles dicen: Ve a comprar más alcohol, consigue más drogas, un paquete de cigarrillo por día no es suficiente!

Mientras una persona se desangra, o sale una bala de la pistola u otra cae al vacío el Diablo anota con una sonrisa complaciente… su éxito: Otra alma mas que no conocerá a mi enemigo: A Cristo!

Cuando un joven tiene las neuronas quemadas por la droga el Diablo exclama: Hice buen trabajo en este joven… no llegará a comprender el mensaje el evangelio, no está en condiciones de entenderlo.

Cuando un padre de familia está preso del alcohol el Diablo dice: Ah este hogar tiene pocas esperanzas de conocer el mensaje de salvación, su padre es mi esclavo, sus hijos y sus esposas estarán en rebeldía con Dios por el infierno en que viven!

Cuando alguien está convaleciendo en un hospital por el cáncer de pulmón que le provocó el cigarrillo el Diablo se alegra: Otra vida que nunca respirará el cielo!

Podríamos seguir multiplicando los ejemplos para llegar una y otra vez a la conclusión que Satanás es HOMICIDA DE LAS ALMAS, porque no quieren que estas se salven.

Odia tanto a Dios que le ha declarado la guerra.

Lo trágico es que su trofeo de guerra son las almas de las personas.

El persigue un solo fin: QUE LAS ALMAS NO CONOZCAN A JESUCRISTO COMO SU SALVADOR!

Estimado amigo/a:

Te tengo una buena noticia.

Jesús vino a deshacer las obras del Diablo!

1Juan 3:8 El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

El lo derrotó en la cruz del calvario, y su sangre ahora puede librarte con poder de este homicida de las almas!

El Diablo no pudo derrotar a Cristo, no pudo hacerlo pecar, y tampoco lo pudo matar!

Durante la vida de Jesús el Diablo trató de utilizar a las personas para que lo mataran en varias oportunidades pero el Señor salió ileso.

La muerte de Jesús en la cruz fue voluntaria, y por ser sin pecado el Hijo de Dios pudo vencer a la muerte, al pecado y a Satanás!

Si crees en Cristo como tu Salvador El vendrá a través de su Espíritu Santo a tu corazón, y no importará que vengan demonios mil con sus pensamientos homicidas, ya que dentro de ti estará Dios!

EL Diablo rechinará sus dientes… pero tú serás de Cristo y ya no podrá poner tu mano sobre ti, el amor de Jesús protegerá tu vida.

Tu alma no será ya del reino de las tinieblas… sino del reino de los cielos.

Tú que lees estas líneas:

Invoca al Cristo como tu Salvador.! Arrodíllate donde quiera estés rogando la misericordia de Dios.

Y nuestro poderoso Salvador enviará lejos de ti al pecado y a Satanás el homicida!

Colosenses 1:13 (Dios) Que nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo;

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