DEBEMOS IDENTIFICARNOS CON CRISTO Y NO CON EL MUNDO.
Tal vez el problema más grave en el asunto del vestirse del cristiano
es que muchos cristianos dejan que el mundo imponga sus morales en este
asunto. El cristiano carnal deja que las normas para su ropa sea lo que
es popular al momento en el mundo. Normalmente el mundo busca una o dos
cosas: (1) ser cómodo ni modo como sea, y (2) ser “sexy” y atractivo, como en atraer a personas del sexo opuesto, y que se fijen en ella como mujer.
¿MI ROPA CAUSA A MI HERMANO (U OTROS) EL PODER TROPEZAR?
Proverbios 31:30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
Romanos 14:21 Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite.
Vamos a ser juzgados por cada tropiezo que ponemos enfrente de nuestros
hermanos o personas en el mundo. Ropa inmodesta simplemente causa a
otros de pecar en su mente, codiciándoles, y esto llega a ser un pecado
para las mujeres que le causa este daño por su ropa y conducta.
Además de lo que los tropiezos que uno causa, otras mujeres siguen
nuestro ejemplo, llevando un poco más excesivo de lo que uno hace.
EL PROBLEMA ES EL OJO MALO DEL HOMBRE.
Lo que muchas mujeres no entienden es que la mujer es más atraída o
afectada por los sentimientos y el tocar, y el hombre es más atraído o
afectado por el ver (el ojo).
Éxodo 20:17 No codiciarás la casa
de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni
su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Dios quiere que cada uno respete lo que es de otros, y que satisfaga con lo que es suyo.
Proverbios 27:20 El Seol y el Abadón nunca se sacian; Así los ojos del hombre nunca están satisfechos.
¿COMO DEBE VESTIRSE UNA MUJER CRISTIANA?
Como vimos en lo anterior, Dios no nos ha dejado en oscuridad con
respecto al tema de la vestimenta. Él ha hablado y, como siempre, lo que
Él dice sobre este asunto es completamente contrario a lo que el mundo
dice.
Pero si eres creyente, los criterios de Dios revelados en
la Palabra de Dios son los que deben amarrar tu conciencia y guiar tus
pasos, no la revista Vogue, ni Harper’s Bazar, ni Cosmopolitan, ni GQ
para los hombres; sino la infalible, inerrante y todo suficiente Palabra
de Dios. “Sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso” (Rom. 3:4).
¿Qué nos dice Dios en Su Palabra sobre la vestimenta, qué nos ordena?
Pablo dice en 1Tim. 2:9: “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia”.
Lo primero que Pablo reconoce aquí es el deseo legítimo de las mujeres
de adornarse. La frase “que se atavíen de ropa decorosa”, puede ser
traducida literalmente: “que se adornen con una ropa adornada”.
De manera que lejos de reprimir ese deseo natural de las mujeres a
arreglarse, Pablo lo pone más bien en perspectiva. “Adórnense, pero como
mujeres piadosas, mujeres que le temen a Dios y que desean agradarle a
Él y reflejar Su carácter por encima de todas las cosas”.
Una
mujer de Dios no debe parecer un caos, sino que debe estar arreglada y
en orden. Su arreglo personal debe reflejar al Dios de orden que ella
adora. Ahora bien, ese arreglo personal debe poseer dos características
fundamentales.
A. La mujer debe vestirse con pudor:
La
palabra griega que Pablo usa aquí conlleva tanto la idea de modestia
como de humildad. Significa literalmente “sentido de vergüenza”. Una
mujer piadosa debería sentirse avergonzada y culpable si por causa de su
vestimenta alguien es distraído en su adoración a Dios o llevado a
tener pensamientos impuros.
La modestia es todo lo opuesto a la
arrogancia y al deseo de llamar la atención. Cuando esta mujer se viste
ella está delante de Dios, no delante de los hombres. Por eso la
modestia evita el exceso y la sensualidad. Como alguien ha dicho: “el
vestido de esta mujer no dice: sexo, orgullo, dinero, sino mas bien
pureza, humildad, moderación”
Lo que Pablo
está diciendo, entonces, es que la ropa de una mujer cristiana debe
estar en perfecta consonancia con su profesión de fe. Una mujer que ama a
Jesucristo no trata de causar furor con su vestido. Su principal
interés es mostrar el carácter de nuestro Dios y Padre en todo cuanto
hace y en todo cuanto usa.
Si te vistes para la gloria de Dios,
tu vestimenta revelará pureza y castidad. En vez de mostrar las formas
de tu cuerpo para provocar a otros, vas a cubrirlo adecuadamente porque
no quieres ni pensar que por causa de un capricho tuyo un hombre sea
llevado a pecar contra el Dios al que tú dices amar, adorar y servir.
De más está decir que ese no es el pensamiento del mundo en cuanto a
este asunto. La industria de la moda no cree que el principal propósito
de la ropa sea cubrir el cuerpo, sino más bien atraer las miradas de los
hombres sobre ti; pero eso es exactamente a lo que se opone la modestia
cristiana.
La mayoría de la moda hoy día es diseñada para
provocar una atracción sexual. Se usan telas que se pegan al cuerpo para
revelar sus formas, y son cuidadosamente diseñados para resaltar
ciertas partes que son cubiertas de tal manera que provoquen el deseo de
ver más.
Y en eso debemos reconocer con pena que los impíos
son más honestos que muchos cristianos. Ellos nos dicen francamente lo
que muchos creyentes no se atreven a decir: “Nos vestimos así para
provocar, para llamar la atención sobre nuestra figura, para que puedas
tener una idea clara de mis formas”.
Las formas del cuerpo del
hombre y de la mujer no son pecaminosas; el cuerpo fue diseñado por un
Dios bueno y santo, que luego de hacerlo lo declaró bueno y santo.
Pero el hombre pecó y se corrompió y por esa causa el cuerpo
descubierto de una mujer es como un barril de pólvora que pasa en medio
de candelabros encendidos. Es por eso que nuestro Señor y Salvador nos
advierte con tanta fuerza que tengamos cuidado con lo que ven nuestros
ojos:
“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo
os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró
con ella en su corazón. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de
caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus
miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno” (Mt. 5:27-29).
Para el hombre es un problema ver a una mujer vestida en una forma
reveladora e insinuante. Si la codicia, dice Cristo, ya adulteró con
ella en su corazón; y la mujer que provocó tal pensamiento por llevar
una falda demasiado corta, o un pantalón ajustado, o una blusa ceñida al
pecho que revela claramente sus formas, esa mujer tendrá que darle
cuenta a Dios en el día del juicio.
Mírate, mujer creyente, y
mira a tus hijas cómo visten usualmente, y pregúntate si pasan esta
prueba. ¿Es así cómo te gustaría estar vestida en el día que te
presentes delante de Dios para dar cuentas? ¿Es así como te gustaría que
tus hijas estén vestidas en aquel solemne día?
Yo no estoy
diciendo, que al morir nos presentaremos delante de Dios con la ropa que
llevemos puesta. Ese no es el punto. Pero ciertamente nos presentaremos
delante de Él y daremos cuenta. ¿Puedes tú responder a Dios por la ropa
que usas, por la que tienes puesta en este mismo momento, por la que
usaste esta semana?
Escucha lo que dice nuestro Señor acerca de
aquellos que ponen tropiezo a otros: “Y cualquiera que haga tropezar a
alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le
colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en
lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es
necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene
el tropiezo! (Mt. 18:6-7).
Un vestido ajustado que revela
claramente las formas del cuerpo, o demasiado corto como para cubrir lo
que debe ser cubierto no es algo neutral. Eso es pecaminoso porque
violenta la santidad de Dios y la modestia que estamos llamados a
exhibir como hijos de Dios.
Y que nadie nos acuse de legalistas
por decir esto. Urgir a los creyentes a cubrir su cuerpo no es
legalismo, porque la modestia es un mandamiento escritural, un
mandamiento que muchos parecen estar olvidando. Cada vez se nota menos
la diferencia entre nosotros y los paganos que no conocen a Dios.
¿Es tu vestimenta un reflejo de la humildad y castidad que debe
caracterizar a un creyente? Cristo nuestro Salvador, derramó Su preciosa
sangre en la cruz para comprar tu alma y tu cuerpo, y el Espíritu de
Dios ha venido a hacer morada en ti. ¿Sabes qué debes hacer ahora a la
luz de esa realidad? Dedicarte en cuerpo y alma a perseguir la gloria de
Dios en todas las áreas de tu vida.
Dice Pablo en 1Cor.
6:19-20: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo,
el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois
vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a
Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.
¿Te vistes como es apropiado vestir al templo del Espíritu Santo? ¿Es
tu vestido un reflejo claro del carácter santo y puro de Dios?
Pero la mujer no solo debe vestirse con pudor, sino también, en segundo lugar…
B. La mujer debe vestirse con buen juicio:
Ese es el significado de la palabra que RV traduce como “modestia” en
1Tim. 2:9. También podemos traducirla como “auto control”, “sentido
común” o “pureza mental”.
Se trata de una mujer juiciosa que no
se deja llevar por sus impulsos. Cuando se viste lo hace en una forma
discreta y apropiada: apropiada para su edad, para su situación
económica y para su época.
“Es siempre legítimo seguir la moda sobria de la gente sobria;
pero no es legítimo seguir la moda vana, inmodesta y enfermiza de los
rebeldes, desenfrenados, orgullosos y disolutos”
Así que debemos vestirnos con pudor y buen juicio. Y
digo “debemos” porque aunque Pablo se está refiriendo en este texto a
las mujeres de manera particular, el espíritu general de la Escritura
nos permite aplicar estos principios a los hombres también.
Que
Dios nos ayude a glorificarle en todo cuanto hacemos, incluyendo la
forma como nos vestimos. Nuestra vestimenta dice mucho de la realidad de
nuestro corazón.
2 comentarios:
Por eso debemos vestir como mujeres cristianas, para q luego no demande de mi Dios por la caída del hermano, porque muy bien dice ´´ Ay'' '' Ay'' de aquel y ese ay es de atemorizar seguir y vivir para Cristo y conforme a la Biblia busca en ella esta la respuesta!!!!!
amen, Dios te bendiga
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